Lesiones sufridas en accidentes, como caídas, resbalones, tropiezos, o cualquier otro tipo de incidente que cause daño a una persona; errores médicos, diagnósticos incorrectos, mala praxis o negligencia por parte de profesionales de la salud; colisiones de vehículos que producen lesiones personales o daños a la propiedad; daños causados por productos defectuosos o peligrosos, lo que puede incluir defectos de diseño, fabricación o advertencias inadecuadas; lesiones sufridas en la propiedad de otra persona debido a condiciones peligrosas que el propietario debería haber corregido; lesiones sufridas en eventos deportivos debido a negligencia o falta de seguridad; daños a la propiedad o a la salud causados por la contaminación ambiental; lesiones graves que afectan la integridad física de una persona; entre otros muchos supuestos.
Son muchos las situaciones que pueden originar daños y perjuicios a terceros. Mi trabajo consiste en reclamar la indemnización que corresponde cuando mi cliente es el damnificado, o oponerme a la misma cuando mi cliente es demandado. Contacta ahora.